Imagina a tu hijo abrazando a Ramón, un dragón tierno y encantador que cobra vida con sonidos, luces y movimientos, convirtiendo cada instante en una experiencia mágica y llena de cariño. Ramón no es solo un peluche, es un compañero valiente que acompaña los sueños, el juego y el aprendizaje con alegría y ternura.